El embarazo o gravidez (del latín gravitas) es el período que transcurre entre la implantación en el útero del cigoto, el momento del parto en cuanto a los significativos cambios fisiológicos, metabólicos e incluso morfológicos que se producen en la mujer encaminados a proteger, nutrir y permitir el desarrollo del feto, como la interrupción de los ciclos menstruales, o el aumento del tamaño de las mamas para preparar la lactancia. El término gestación hace referencia a los procesos fisiológicos de crecimiento y desarrollo del feto en el interior del útero materno. En teoría, la gestación es del feto y el embarazo es de la mujer, aunque en la práctica muchas personas utilizan ambos términos como sinónimos.
En la especie humana las gestaciones suelen ser únicas, aunque pueden producirse embarazos múltiples.
La aplicación de técnicas de reproducción asistida está haciendo
aumentar la incidencia de embarazos múltiples en los países
desarrollados.
El embarazo humano dura unas 40 semanas desde el primer día de la
última menstruación o 38 desde la fecundación (aproximadamente unos 9
meses). El primer trimestre es el momento de mayor riesgo de aborto espontáneo;
el inicio del tercer trimestre se considera el punto de viabilidad del
feto (aquel a partir del cual puede sobrevivir extraútero sin soporte
médico).
Características generales
El embarazo se produce cuando un espermatozoide alcanza y atraviesa la membrana celular del óvulo, fusionándose los núcleos y compartiendo ambos su dotación genética para dar lugar a una célula huevo o cigoto, en un proceso denominado fecundación. La multiplicación celular del cigoto dará lugar al embrión, de cuyo desarrollo deriva el individuo adulto.
La embriología es la parte de la medicina
que estudia el complejo proceso de desarrollo embrionario desde el
momento de la fecundación hasta la formación del feto, que es como se
denomina al organismo resultante de este desarrollo cuando aún no ha
tenido lugar el parto.
Dentro del útero, el feto está flotando en el líquido amniótico, y a su vez el líquido y el feto están envueltos en el saco amniótico,
que está adosado al útero. En el cuello del útero, se forma un tapón de
mucosidad densa durante el embarazo para dificultar el ingreso de
microorganismos que provoquen infección intrauterina. Este tapón será
expulsado durante el inicio del trabajo de parto.
Mientras permanece dentro, el cigoto, embrión o feto obtiene nutrientes y oxígeno y elimina los desechos de su metabolismo a través de la placenta. La placenta está anclada a la pared interna del útero y está unida al feto por el cordón umbilical. La expulsión de la placenta tras el parto se denomina alumbramiento.
Fecha problable del parto
Los cálculos para determinar la fecha probable del parto (FPP) se
realizan usando la fecha de la última menstruación o por correlaciones
que estiman la edad gestacional mediante una ecografía.
La mayoría de los nacimientos ocurren entre la semana 37 y 42 después
del día de la última menstruación y solo el 5% de mujeres dan a luz el
día exacto de la fecha probable de parto calculada por su profesional de
salud.
Usando la fecha de la última menstruación, se le añade siete días y
se le resta tres meses, dando la fecha probable de parto. Así, una fecha
segura de última menstruación del 26 de noviembre de 2007, producirá
una fecha probable de parto para el 3 de septiembre de 2008 -se usa el
año siguiente al año de la última regla. Si la fecha de la última
menstruación cae en los primeros dos meses, se mantiene el año en curso,
en todos los demás meses, se usa el año subsiguiente. Así, una fecha
segura de última menstruación del 12 de enero de 2008, produce una fecha
probable de parto para el 19 de octubre de 2008 -el año se mantiene.
Signos presuntivos de embarazos
Tal vez el primer signo presuntivo del embarazo sea la amenorrea o
ausencia del período menstrual. Debido a que puede ocurrir amenorrea por
causas distintas a un embarazo, no siempre es tomada en cuenta,
especialmente si la mujer no tiene ciclos regulares. Sin embargo, pueden
presentarse varios signos más que, junto a la amenorrea sugieren un
embarazo, como son: la hipersensibilidad en los pezones, mareos, vómitos
matutinos, somnolencia, alteración en la percepción de olores, y deseos
intensos de ciertos tipos de alimentos (antojos). Esto lo puedes notar a
partir del segundo al tercer mes de la concepción.
Fatiga
Otro signo de sospecha del embarazo es el cansancio, caracterizada por astenia,
debilidad y somnolencia. Aunque algunas mujeres sienten renovada
energía, la mayoría confesarían sentir intensa fatiga. Algunas afirman
quedarse dormidas a cualquier hora del día, a veces al poco de haber
salido de la cama, y otras aseguran sentir tal somnolencia en la
sobremesa. Otras sienten cansancio pronunciado al llegar la noche. Dicha
fatiga es a menudo incontrolable y exige el sueño. Nunca se ha
encontrado una explicación a este extraño deseo de dormir. Es un síntoma
frecuente en los primeros meses del embarazo y se cree que es un efecto
de la elevada producción de progesterona. Esta hormona es un sedante para los seres humanos, con fuertes efectos tranquilizantes e hipnóticos.
En las etapas posteriores se presenta otro tipo de fatiga debida
simplemente a cansancio corporal, pero rara vez ocurre en el primer
trimestre del embarazo.
Interrupción de la menstruación
Al cabo de dos semanas de ocurrida la fecundación se notará la ausencia de menstruación.
El cese de la menstruación en una mujer sana en edad reproductiva y
sexualmente activa, que hasta entonces ha tenido un ciclo menstrual
regular y predecibles, es un signo muy sugestivo del embarazo. Es un
signo sospechoso del embarazo denominado amenorrea y no es exclusivo de la gestación. Además del embarazo son causas de la amenorrea enfermedades físicas (algunas de cierta gravedad, como tumores del ovario, trastornos de la glándula tiroides y muchas otras), un choque muy fuerte, anorexia, el efecto de un viaje en avión, una operación, estrés o la ansiedad pueden retrasar la menstruación.
En ocasiones, después de la concepción, se observan uno o dos episodios de hemorragia
uterina que simulan la menstruación y se confunden con ella. Es
denominado signo de Long-Evans y es más frecuente en multíparas que en
primigestas.
Gustos y antojos
El cambio en el gusto y la preferencia por ciertos alimentos puede
ser uno de los primeros signos. Es común el rechazo a ciertos alimentos,
bebidas y olores como el humo de los cigarrillos.
A menudo se describe un sabor metálico en la boca que hace variar el
gusto por los alimentos. Se cree que los antojos se deben al aumento de
los niveles hormonales; a veces se experimentan en la segunda mitad del
ciclo menstrual por el mismo motivo. No satisfaga antojos con alimentos
de alto contenido calórico, cuyo poder nutritivo sea bajo.
Deseos frecuentes de orinar
A medida que se extiende el útero, oprime la vejiga.
Por tanto, ésta trata de expulsar pequeñas cantidades de orina, y
muchas mujeres sienten deseos frecuentes de orinar desde la primera
semana tras la concepción; quizás necesiten ir al cuarto de baño cada
hora. Esto también se debe al efecto de la progesterona, ya que es un
potente relajante de músculo liso,
(que es el músculo del cual está formado la vejiga, el útero y otros
órganos) lo cual sirve para manterner al útero en reposo hasta el
momento del parto. Salvo que sienta ardor o dolor al orinar, no es
necesario que consulte al médico. Hacia las 12 semanas, el tamaño del
útero aumentará, de modo que subirá y saldrá de la cavidad pelviana.
Esto reducirá la presión sobre la vejiga y la frecuencia de la micción
por lo que la vejiga se va hacia un lado.
Cambios en las mamas
Ocurre congestión y turgencia en los senos debido al factor hormonal y la aparición del calostro. Puede aparecer en etapas precoces de la gestación por el aumento de la prolactina, entre otras hormonas. Las areolas se vuelven más sensibles e hiperpigmentadas.
Manifestaciones cutáneas
Existe una hiperpigmentación de ciertas áreas de la piel durante el embarazo. Aparecen también en algunas embarazadas estrías abdominales y a nivel de las mamas. En otras mujeres se nota la aparición de cloasmas a nivel de la piel de la cara. Estas hiperpigmentaciones pueden presentarse con uso de anticonceptivos orales y en enfermedades del colágeno, mientras que las estrías son también un signo en el síndrome de Cushing.
Mucosa vaginal
Como consecuencia del aumento en la vascularización de la vagina
y el cuello del útero durante el embarazo por el efecto vascularizante
de la progesterona, se nota que la mucosa de estas estructuras se vuelve
de un color violeta. A este cambio azulado de la mucosa vaginal y del
cuello del útero se lo conoce como el signo de Chadwick - Jacquemier
Signos de Probabilidad
Son signos y síntomas fundamentalmente característicos del embarazo
que aportan un alto nivel de probabilidad al diagnóstico del embarazo.
Tamaño abdominal
Por lo general, hacia las doce semanas de la gestación se hace posible palpar el útero por encima de la sínfisis púbica
o monte de venus. Desde ese momento, el útero continúa aumentando
gradualmente hasta el final del embarazo. El aumento del tamaño
abdominal puede también deberse a otras causas que excluyen al embarazo,
como son los miomas uterinos, tumores de ovario, ascitis, etc.
Formas de útero
A partir de las ocho semanas de la gestación la presión del producto
de la gestación hace que se ocupen los fondos de saco que se forman en
la unión de la vagina con los lados del cuello uterino.
De modo que se percibe en el tacto vaginal, la forma redondeada y
turgente del útero al explorar los lados profundos del cuello uterino.
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